Preces vocacionales para Laudes y Vísperas

sds-13

PRECES VOCACIONALES

(Se proponen siete preces: una para cada día de la semana)

LAUDES: Oración de la mañana

Dom. Tú, que por la Encarnación quisiste abrir el

horizonte de la vida familiar a la plenitud de tu amor,

–acepta el amor de las familias como terreno

fecundo en el que broten las vocaciones a los

diversos estados de la vida cristiana.

Lun. Guarda Señor en este nuevo día a los

sacerdotes y ministros de tu Iglesia,

–y haz que su fidelidad y ejemplo sirvan de

testimonio y llamada para muchos jóvenes.

Mar. Pastor bueno, que congregas a tu grey en

medio del mundo, conduce a la madurez de la fe,

esperanza y el amor a nuestras comunidades

parroquiales,

–y suscita en ellas generosas vocaciones para

hacer visible tu solícita guía de la Iglesia.

Mie. Tú, que quisiste tener a los niños cerca de ti,

–consérvales en tu amistad para que sientan nacer

la vocación al sacerdocio y la sigan con docilidad.

Jue. Al comenzar una nueva jornada,

–anima en el corazón de los jóvenes el deseo de

ofrecer las primicias de su vida siguiendo tu

llamada.

Vie. Tú, que eres el sol que ilumina y da vida,

–despierta en muchos jóvenes la vocación a la

oración y la contemplación.

Sab. Manda, Señor, trabajadores a tu mies,

— para que tu nombre sea conocido en el mundo

VÍSPERAS: Oración de la Tarde

Dom.Al caer la tarde tu Hijo nos ofreció su

cuerpo como alimento de vida eterna.

–acepta nuestra oración vespertina y haz que no

falten en tu Iglesia vocaciones religiosas al

servicio de los más necesitados.

Lun. Padre de Bondad, que aceptaste la ofrenda

de tu Hijo,

–suscita, en nuestras parroquias, jóvenes

dispuestos a dar su vida por Ti en servicio a sus

hermanos.

Ma. Te pedimos, Señor, por las familias cristianas

–para que sean “iglesia doméstica” donde puedan

nacer futuras vocaciones para la Iglesia universal.

Mie. Te pedimos, Señor, por los Seminarios

Menores, Mayores y Noviciados ,

–que los jóvenes que allí se preparan vivan con

gozo y generosidad su formación.

Jue.Dios misericordioso, que entregaste a tu Hijo

único para salvar a los hombres,

–suscita tu generosidad en el corazón de los

padres cristianos para que con gozo permitan a sus

hijos poder seguir la vocación al sacerdocio o a la

vida consagrada.

Vie. Al llegar a su término esta jornada, haz que

no decline en la Iglesia la esperanza de tu Reino,

–enriquécela con numerosas vocaciones a la vida

consagrada.

Sab. Oh Cristo, que con tu sacrificio redentor

purificas y elevas el amor humano,

–haz de los hogares cristianos cantera de

vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.