12 de enero
Nacido en Italia en el seno de una familia noble, pronto destacó por la honestidad de sus costumbres. Edificó monasterios y cenobios para atender corporal y espiritualmente a los peregrinos. Huyendo de su fama de santidad pasó a Francia y después a España. Dedicado a la oración en la soledad de las montañas pirenaicas, aceptó la responsabilidad de dirigir el Monasterio de Asán, que luego llevó su nombre, al pie de la Peña Montañesa. Murió octogenario, hacia el año 561. El Abadiado de San Victorián terminó su existencia en el siglo XIX. Había llegado a disponer de jurisdicción territorial propia sobre 21 parroquias, que, cuando en 1874 se extinguieron en España las jurisdicciones especiales, quedaron incorporadas a la entonces Administración Apostólica de Barbastro.